Poder intolerante contra la prensa 

Leonardo Herrera

En una sola semana tuvimos dos ejemplos de confrontaciones, entre los representantes del poder y medios de comunicación, uno nacional y otro local, pero con mismos resultados ambos, nadie salió beneficiado y, por el contrario, muestran rasgos de intolerancia, intromisión y falta de inteligencia de los equipos de comunicación que son peligrosos en medio de las transiciones y los anhelos que se buscan en el país y por supuesto Hidalgo.  

En el episodio del presidente Andrés Manuel López Obrador contra el periodista Carlos Loret de Mola, se llegó demasiado lejos en la respuesta presidencial, se perdió toda proporción y sin exhibir elementos que demostraran imprecisiones o falsedades, sí que estas existen, en el trabajo del ex conductor de Televisa, se arremetió en su contra con el uso de la fuerza del estado, en síntesis se perdió toda la envestidura presidencial y las reacciones incluso del extranjero no se hicieron esperar, la condena fue generalizada, el mandatario victimizó a una de las voces que constantemente lo señalan a él y su equipo.  

En qué acabará esta película, hay muchas especulaciones y escenarios, en ninguno hay beneficio ni para quien representa al gobierno mexicano, ni para su equipo de asesores en comunicación y mucho menos para los funcionarios del gobierno federal, porque existe una agenda llena de oportunidades y temas por resolver en este país en transparencia, como para poner a las instituciones a investigar a empresas privadas y comunicadores, en algo que debe entenderse como persecución de estado, y eso sienta precedentes negativos y muy complicados.  

Ahora vayamos al ejemplo local que tampoco es menor, porqué una convocatoria que se supone tendría acercamiento para conocer opiniones, intercambiar ideas y sugerir debate, se convirtió en una mesa de confrontaciones entre la candidata de la Alianza Vamos con Hidalgo Carolina Viggiano y al menos tres comunicadores.  

Es cierto, dirán que son los menos frente al cúmulo de periodistas que asistieron, pero mostraron un rostro que dejó dudas de la tolerancia y capacidad de la priista por asumir la relación con sus críticos, perdió la oportunidad de encararlos, de mostrarles que había equivocación en sus comentarios, que están errados en sus percepciones y que tiene muchos elementos para convertirse en la sustituta de Omar Fayad, pero no, incluso fue más allá, igual que el presidente, los acusó de ser proclives a sus adversarios y servir a sus intereses, una equivocación de estrategia de ella y sus asesores de comunicación, porque eso estaba en el presupuesto de lo que ocurriría.  

Al final veremos el resultado de todo, pero un especialista en comunicación y manejo de campañas internacionales definió ambos casos, como malas muy malas relaciones que no benefician a nadie, y si de saldos se puede decir, por ahora los negativos son para el presidente y la candidata así de manera inicial y a bote pronto.  

 

De mi tintero… Por cierto, en la boda del año, como le han dado en calificar a la de la maestra Elba Esther Gordillo con su abogado, anote usted que estuvieron integrantes del grupo Moreira, tan mencionado últimamente en Hidalgo…Contrario a lo que ocurre en algunos cuarteles políticos, Julio Menchaca abanderado de Morena dio la bienvenida a la crítica  y democracia participativa, entendida ésta como el intercambio de ideas donde se cuestione y se elimine el acarreo, ojalá la posición se mantenga y los asesores no intervengan más de lo necesario.

Twitter: @herreleo