La MORENA

La Columna Liberal

La virgen de Guadalupe se puede considerar una amalgama de dos deidades, Tonantzin madre de la naturaleza y de la muerte; madre de los dioses y una devoción muy respetada en la esfera mesoamericana y su homónima, la virgen de Guadalupe, patrona de Extremadura, España, la cual en 1326 se le apareció al campesino Gil Cordero a los márgenes del río Guadalupe, ordenando la construcción de un templo en su nombre en esa región, predominantemente habitada por musulmanes. 

Cristóbal Colon fue un gran creyente de esta virgen; otro gran creyente y devoto fue Hernán Cortés, coautor intelectual de la conquista española en nuestro territorio, quién además de lograr la conquista territorial, traslada esta leyenda de Extremadura a México pero con una virgen de rasgos indígenas con la esperanza de que la mayoría de la población se sintiera identificado para lograr una conquista espiritual. 

La virgen de Guadalupe o la virgen Morena, como le llaman sus fieles, no solamente ha servido para sometimiento espiritual, igualmente ha servido para otros ámbitos y muy específicamente le ha sido de utilidad para el partido político que se encuentra dominando actualmente en el poder. 

Una de las máximas del marketing político es utilizar todas las herramientas necesarias para lograr la simpatía de la población hacia con los candidatos de los diferentes partidos políticos y sus propuestas. Pero desde hace un par de elecciones ya no solamente se necesita de poner la mejor foto del candidato, sino que se usa el neuromarketing, el actual partido político logró usar la ferviente fe los mexicanos por su virgen para poder consolidarse de manera inconsciente.

La gran ironía aquí es sobre quien iba a pensar que aquel quien exigió una disculpa a los españoles por la conquista, este usando la misma figura creada por Cortés para poder consolidarse en el poder. (Agradezco a Franco H. Ixtlahuaca la elaboración de esta columna)