¿NATURAL?

AMIRA CORRALES PEON
A las mujeres nos han colocado en una esfera natural, mientras que, a los varones se les coloca en un área sobre natural. Martha Lamas señala que a los hombres se les toma como audaces, que se espera que realicen acrobacias, expediciones, riesgos; las expectativas para las mujeres, por su parte, es que sean madres: que se embaracen, paran y amamanten, ya que su cuerpo está hecho para ello. Y como si una cosa estuviera separada de la otra, no podemos salir de esa esfera natural, debemos obedecer, someternos, ceder el control de nuestras decisiones, actuaciones y futuro, a los hombres, que como asumen la experiencia de la vida, conocen cuál es el camino del bien para las mujeres obedientes, las cuales tendrán como recompensa la compañía de un hombre, aunque sea maltratador, controlador, violento, indiferente, mujeriego, borracho, flojo. Es por tal motivo que a algunas personas -incluidas mujeres- no les gusta cuando las feministas afirmamos que todas y todos somos iguales, que nuestras diferencias no nos definen y que podemos realizar las mismas acciones día a día. Claro, si todas pensáramos así, se quedarían sin esposas sumisas, madres abnegadas, amantes en espera. Es por eso que la teoría crítica, enfocada en perspectiva de género, aconseja preguntarse: ¿a quién beneficia esta creencia? Y seguramente, obtendremos una respuesta: por supuesto no beneficia a quienes no gozan de sus completas libertades, simplemente por el hecho de haber nacido humanas; porque toda una cultura milenaria ha esclavizado a las féminas y les ha dado a los hombres como amos. Entonces cuando el feminismo manifiesta que las libertades, las dignidades, las economías, las decisiones, los gobiernos, las ciencias, los cuerpos también pertenecen a las mujeres, existen todavía quienes se atreven a desprestigiar un movimiento de justicia, simplemente no están dispuestos a renunciar a sus privilegios. Nos quieren dejar los miedos, las restricciones, la sangre, los golpes, el abandono, los maltratos, los despojos, los silencios, el desprestigio, las locuras, la ignorancia, la peor pobreza, los trabajos exclusivos de cuidado. Así, ¿quién quiere ser mujer? Por esto, las mujeres debemos construir para ser nuestras propias dueñas.
Twitter: @AmiraCorrales