Psicología, ¿fin o principio?

LA COLUMNA LIBERAL

Lyzandro Herrera

Segunda y última parte.- Como ciencia, la psicología tiene bien claro el objeto de su estudio: sus métodos son capaces de analizar en detalle,  hasta los más escondidos rasgos de personalidad. Se ha creado un complejo sistema de conceptos y teorías que explican a profundidad el origen de muchas de las actitudes y manifestaciones que tenemos en nuestra vida cotidiana, se ha trazado una delgada línea entre lo “normal” y lo “anormal” y han sabido caminar en ella. Los elementos conceptuales creados en casi un siglo nos permiten vislumbrar con más claridad las causas de las manifestaciones del ser, además, de que poco a poco, han ido naciendo nuevas corrientes y nuevas ciencias cada vez más especializadas, las cuales van desentrañando los misterios más difíciles que el ser humano encierra como manifestación de personalidad individual, ya sea para comunicarse, para actuar, para pensar o para crear. Sin embargo la historia, en su carácter de implacable juez de los avances humanos, está por dar a la psicología, su veredicto. ¿Qué nos han heredado los avances del siglo pasado como sociedad, con toda su tecnología y su sofisticación científica? Quizá una sociedad estresada por el tiempo y la necesidad de bienes materiales que son insaciables o, una humanidad en que el hombre no se mide por su felicidad, si no por el valor económico   que representa. Estas expresiones sociales que parten de la individualidad de los hombres y mujeres de una comunidad, son resultado de ella misma. Es aquí donde la psicología  tiene  su principal reto individual y  social para el que fue concebida desde la  más remota antigüedad, ella como ciencia del alma o  como ciencia de la conciencia  humana en todas sus potencialidades y facultades,  se encuentra en el  momento más crucial de su historia y tendrá que  hacer uso de todo el conocimiento que ha acumulado a través   de su transcurrir, para dar a la sociedad,  el fin primero para  el que fue creada: la comprensión del ser  humano que busca incansablemente su felicidad. (Agradezco a Cohutec Vargas G. la elaboración de esta columna.)