DERECHOS EDUCATIVOS DE LAS MUJERES
AMIRA CORRALES
Conforme termina el siglo XIX, cada vez más mujeres anhelaban accesar a las Universidades, sólo que las pocas escuelas que había para ellas en el país, eran escuelas para prepararlas en los roles tradicionalmente denominados femeninos, en pocas palabras, cómo ser buenas esposas, amas de casa y madres. Las Universidades dirigidas por la Iglesia no aceptaba mujeres, los Institutos Científicos, tampoco. Pero muchas mujeres no se conformaban con esa única alternativa de futuro, y soñaban con ser médicas, abogadas, ingenieras. Sin embargo, no existía aún un lugar académico en el que tuvieran cabida, y los argumentos sexistas de la época, no abogaban para que las mujeres fuéramos profesionistas. En los inicios de las neurología, los médicos, todos ellos hombres, se lanzaban a la tarea de fundamentar anatómica y fisiológicamente, el por qué las mujeres éramos consideradas el sexo débil. Se señalaba que el cerebro de la mujer pesaba menos que el del varón, por lo tanto, sus facultades mentales no podían ser iguales a las de él. En 1881, Laureana Wrigth de Kleinhans escribió: “Creo que la mujer es apta y tiene derecho de seguir todas las profesiones que sigue el hombre; creo que sus facultades intelectuales son iguales a las de éste a pesar de la observación anatómica del médico que asegura que el cerebro de la mujer es más pequeño que el del hombre, creo, en fin, en la mujer”. A más de cien años de esta aseveración, hoy las neurociencias han descubierto que la inteligencia y habilidad mental no depende del tamaño cerebral, sino de las conexiones neuronales (sinapsis) que existen y se crean (plasticidad), por lo tanto, tenemos la misma o mayor posibilidad de cognición que nuestros compañeros varones, pero siglos de estereotipos no nos han ayudado a superar el sexismo occidental. En 1910, antes de la Revolución mexicana, recién creada la Universidad Autónoma de México, sus estatutos se referían a los alumnos como hombres únicamente, del tal suerte que una vez que Matilde Montoya Lafragua, poblana y partera que deseaba ser médica con todo su corazón, solicita ser alumna esta casa de estudios…
CONTINUARÁ…