Otra vez Pemex

Andrés Torres Aguirre
A un par de días del sexto aniversario de la explosión en Tlahuelilpan, evento que enluto al municipio y dejó en evidencia la impunidad con la que se mueven los ladrones de combustible, otra conflagración ocurre en Tepeji del Río.
El robo a los ductos de la paraestatal Pemex no cesa en todo el país y después de tantos años es imposible ocultar que dentro de Pemex se orquesta y tolera el robo.
Gobiernos como el de Hidalgo, aplican millones de pesos en el combate a ese delito cada años; en la administración de Julio Menchaca los niveles de robo disminuyeron pero ante los hechos ocurridos el viernes pasado a un costado de la carretera México-Querétaro, es evidente que la Federación debe intervenir en Pemex y combatir el problema desde adentro.
Cualquier acción externa para acabar con el robo de combustible o al menos reducirlo significativamente fracasará si en la paraestatal no hay cambios profundos.
Son cientos kilómetros de ductos tendidos en el territorio hidalguense, vigilarlos no es facultad de las policías locales, sin embargo la presencia de mafias del huachicol trae consigo otros delitos como robo de vehículos y extorsión que sí tienen impacto inmediato en las comunidades aledañas.
Para los detractores de la transformación en Hidalgo, los recientes acontecimientos de Tepeji del Río serán material de sobra para la diatriba; pero si el tema se analiza desde el contexto operativo y económico, el gobierno de Hidalgo hace mucho más de los que le corresponde en el contexto para combatir ese delito sin que los presuntos otorgados cada año por el Congreso federal lo reconozcan.
X: @LasVocalesExtraviadas