Generando herramientas efectivas para la prevención del abuso en ambientes religiosos

Por: Armando Fabela
En un mundo donde la confianza en instituciones religiosas ha sido sacudida por escándalos de abuso, el abogado Renato Vera Osuna emerge como una voz autorizada en la prevención y atención de estos crímenes. Con más de doce años en la protección de menores, el licenciado Vera ha publicado recientemente el “Manual para la Creación de Protocolos de Prevención y Atención de Casos de Abuso de Menores en Entornos Religiosos”, una guía integral que combina fundamentos teológicos, legales y prácticos. En esta entrevista, el autor comparte sus motivaciones, desafíos y esperanzas para un futuro más seguro.
“La protección de los menores es un deber sagrado, no una opción”
Su obra aborda un tema doloroso y complejo. ¿Qué lo motivó a escribirlo?
Las iglesias por su propia naturaleza, deben ser un espacio seguro, especialmente para los más vulnerables. Tras años de asesorar a comunidades religiosas, vi la urgencia de unificar criterios. Los casos de abuso no solo dañan a las víctimas, sino que erosionan la credibilidad moral de instituciones que deben ser faros de esperanza. Este manual nace de la necesidad de traducir el “nunca más” en acciones concretas.
El libro integra derecho civil, canónico y teología. ¿Cómo equilibró estas perspectivas?
La protección de los vulnerables no puede separarse de la fe. La dignidad humana, central en la doctrina cristiana, exige justicia. Por un lado, está el marco legal: leyes que obligan a denunciar y sancionar. Por otro, el canon 1312 del Derecho Canónico, que permite la expulsión del estado clerical para los culpables. Pero sin caridad, la justicia se vuelve fría. La reconciliación y la sanación espiritual son igual de vitales.
Uno de los capítulos más impactantes es sobre la “tolerancia cero”. ¿Cómo garantizar que esto no quede en un eslogan?
Con auditorías rigurosas y transparencia. Las denuncias deben investigarse en colaboración con autoridades civiles. Propongo comités mixtos: líderes religiosos, abogados, psicólogos y representantes laicos. Además, la formación continua es clave: el 70% de los abusos ocurren por falta de protocolos claros, según estudios.
“El silencio es cómplice; la prevención, una obligación moral”
¿Qué errores recurrentes ve en las instituciones al manejar estos casos?
Tres graves: priorizar la reputación sobre la verdad, no creer a las víctimas por defecto y no capacitar al personal. Muchas veces, los voluntarios o clérigos no saben identificar señales de abuso o cómo actuar. Por eso, el manual incluye herramientas como matrices de riesgo y flujogramas de denuncia.
Habla de “cultura de prevención”. ¿Cómo se construye?
Empieza con líderes que modelen integridad. Si un obispo o pastor comunica claramente que no habrá impunidad, eso permea. También implica educar a los niños: enseñarles que su cuerpo es sagrado y que tienen derecho a decir “no”. Incluimos en el manual oraciones y reflexiones, pero también códigos de conducta para adultos, como evitar situaciones de aislamiento con menores.
¿Qué rol juegan las víctimas en este proceso?
Son el centro. Sus voces guían las políticas. Por eso, el capítulo sobre respuesta a incidentes incluye no solo apoyo legal, sino psicológico y espiritual. La restauración de la comunidad requiere escuchar su dolor sin juzgar.
“La fe no exonera de la ley; la refuerza”
¿Cómo responder a quienes argumentan que estos protocolos “secularizan” lo sagrado?
Es una falencia. Jesús fue claro: “El que escandalice a uno de estos pequeños, más le vale que le cuelguen una piedra de molino al cuello” (Lucas 17:2). La protección no es secularización, es fidelidad al Evangelio. Además, el manual muestra que normas civiles y canónicas no se contraponen: ambas buscan justicia.
¿Qué espera lograr con este manual?
Que ninguna institución religiosa diga “no sabíamos cómo actuar”. Ya está en proceso de traducción a tres idiomas y se esta empezando a utilizar en diócesis de Latinoamérica. Mi sueño es que, en cinco años, auditorías independientes certifiquen comunidades como “espacios seguros”. La confianza se reconstruye con hechos, no con palabras.
Un Llamado a la Acción Colectiva
Renato Vera Osuna no solo ofrece un manual, sino un camino hacia la redención institucional. Sus palabras resuenan como un llamado a abandonar la complacencia: “Proteger a los menores no es una opción pastoral; es el corazón del mensaje cristiano”. En un mundo donde la fe y la justicia a menudo parecen colisionar, su trabajo demuestra que, en realidad, son aliadas indispensables.
El manual ya está disponible en Amazon
Armando Fabela es periodista especializado en derechos humanos y religión.