Criptomonedas en 2025: ¿un nuevo inicio para una nueva era financiera?

Jesús Sánchez
En el umbral de una transformación financiera global, las criptomonedas se posicionaron hace tiempo como protagonistas de un cambio estructural en los sistemas económicos. A medida que avanza 2025, expertos en todo el mundo coinciden en que este año podría marcar un punto de inflexión definitivo para la consolidación de los activos digitales como instrumentos legítimos y estratégicos en las finanzas internacionales.
Las criptomonedas tienen ya tiempo circulando en el orbe, pero han dejado de ser una novedad para volverse objeto de análisis más detenido.
Bitcoin y Ethereum: activos especulativos o reserva estratégica
Analisemos un poco a una de las cripto más famosas.
El halving de Bitcoin en 2024 desencadenó un aumento de precio del 146%, siguiendo su patrón histórico de subidas post-evento 1. Este fenómeno, sumado a la aprobación de ETFs de Bitcoin y Ethereum por parte de la SEC, organismo de la Administración estadounidense que regula los mercados y protege los inversores en Estados Unidos, ha catalizado una ola de adopción institucional sin precedentes. Firmas como BlackRock, Fidelity y Grayscale han incrementado sus tenencias, consolidando la confianza en el mercado cripto 1.
La administración de Donald Trump ha impulsado políticas pro-cripto, proponiendo incluso la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin para diversificar las herramientas financieras de Estados Unidos 1. Esta iniciativa, de concretarse, podría posicionar a Bitcoin como un activo de reserva legítimo, comparable al oro.
Así es, comprar Bitcoin resulta en este momento atractivo.
Por supuesto hay otras criptomonedas que deben tomarse muy en cuenta. Aunque diferente, el Ethereum es una opción a pensar con atención.
La principal diferencia entre Bitcoin y Ethereum es que la primera está diseñada principalmente para ser utilizada como una moneda digital, lo que ha contribuido a popularizarla.
Mientras tanto, el Ethereum está diseñado para ser una plataforma para la creación de aplicaciones descentralizadas y contratos inteligentes. Si bien puede parecer compleja al leer sus características, vale la pena comprar Ethereum cuando hay evidencia clara de que el mercado ha dado muestras de apoyar su última actualización tecnológica y las mejoras de escalamiento.
Regulación: el gran desafío pendiente
Durante el Foro Económico Mundial en Davos, líderes financieros y tecnológicos debatieron sobre la necesidad de una regulación clara y accesible para las criptomonedas 2. Brian Armstrong, CEO de Coinbase, destacó que “la tecnología está lista para actualizar el sistema financiero global, haciéndolo más rápido, barato y eficiente”. Sin embargo, la falta de comprensión por parte de los reguladores sigue siendo un obstáculo.
Jennifer Johnson, directora ejecutiva de Franklin Templeton, subrayó que “la regulación debe adaptarse al ritmo de la tecnología”, mientras que Denelle Dixon, de Stellar Development Foundation, enfatizó el potencial transformador de blockchain en la entrega de ayuda humanitaria y pagos internacionales 2.
Tendencias emergentes: IA, tokenización y monedas estables
Según analistas de VanEck, 2025 será testigo de una explosión en la actividad de agentes de inteligencia artificial en la blockchain, con más de un millón de bots operando en cadena para optimizar tareas financieras 3. Además, se espera que los valores tokenizados superen los 50 mil millones de dólares, revolucionando el acceso a activos como bienes raíces y arte.
Las monedas estables, por su parte, están en camino de convertirse en el caballo de Troya de la adopción masiva. Se proyecta que para finales de año, estas monedas liquidarán transferencias diarias por 300 mil millones de dólares, redefiniendo el comercio global y el mercado de remesas 3.
El consenso entre expertos es claro: las criptomonedas ya no son una moda pasajera ni un experimento especulativo. Son herramientas con el potencial de redefinir la economía global. La clave para su consolidación radica en una regulación inteligente, una adopción tecnológica inclusiva y una visión estratégica por parte de los gobiernos.




