Y no rompió el pacto

Sexualizando

Hace un año, cuando se pretendía que Félix Salgado Macedonio fuera candidato al gobierno de Guerrero, por parte del partido del Presidente, muchas feministas manifestamos nuestra indignación y mujeres prestigiadas inundaron las redes sociales con el hashtag “Presidente rompa el pacto”. La presión fue mucha, pero el partido no lo bajó de la candidatura, tuvo que intervenir el INE, -esa institución tan golpeada por la 4T, pero que les permitió llegar al poder de forma legítima- para que el señor no fuera candidato. Sobra decir que no fue por los actos por lo que las feministas se manifestaban, sino por no informar sobre gastos de campaña. Es decir, el fin de que ese señor no fuera candidato a gobernador se cumplió, pero el medio no fue por haber violentado de forma sexual mujeres consecutivamente, con todo y denuncias penales. A muchas nos parecía maravilloso que el INE le bajara la candidatura, pero insultante al no haber sido el partido en el poder o el propio Presidente (se sabe que el señor Salgado es su compadre), el que por motivo de la violencia sexual ejercida contra ciudadanas, lo mantuviera y defendiera, al grado de hacer caso omiso de los reclamos de una sociedad cada vez menos tolerante con los agravios machistas. 365 días aproximadamente transcurrieron para que una vez más, el Presidente y su esposa que dicen ser de un movimiento de izquierda, pero que resultaron más conservadores que los propios derechistas, otorgaran su apoyo a un violentador sexual disfrazado de docente e historiador, de esos que hay muchos en las universidades, que aprovechan su relación asimétrica de poder para abusar de jóvenes mujeres, bellas pero vulnerables, de esas que el poder así sea de izquierda, centro o derecho, tiende a invisibilizar ante la mirada incrédula de muchas feministas que están dispuestas a no dejarlo pasar nunca más. Nuevamente, el abusador candidato para ser embajador en Panamá es bateado, pero no por quienes lo propusieron, sino por una feminista ministra de relaciones exteriores en Panamá, que no iba a disimular la propuesta de un gobierno patriarcal que apoya y defiende machistas.

 

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