Llegó la hora: El próximo lunes, todo habrá cambiado en nuestro estado. 

VOCALES EXTRAVIADAS 

ANDRÉS TORRES AGUIRRE 

Sea cual sea el resultado de las elecciones del domingo 5 de junio, la composición social y política de nuestra sociedad ya no será la misma. 

Como nunca antes, las tendencias marcan la gran posibilidad de un cambio en las pautas políticas que de forma natural traerían también nuevos perfiles, estilos y ritmos.  

De acuerdo a las previsiones, la candidatura común “Juntos Haremos Historia” tiene amplia ventaja en las preferencias electorales. Su abanderado, Julio Menchaca cuenta con el respaldo del presidente de la República y de Morena el partido más popular de México. 

Su proyecto va enfocado a los sectores más necesitados con una visión anti corrupción en el servicio público por lo que, seguramente, el gabinete que acompañe a Menchaca tendrá perfiles muy distintos a lo que hemos visto en los últimos años en Hidalgo. 

Eventualmente, esta nueva camada de políticos trabajará para mostrarse en sus responsabilidades y legitimar el porqué de sus nombramientos. No hay que perder de vista que son muy pocos los “compromisos” político-electorales que Menchaca tiene lo que le da mucha libertad para decidir quién en dónde. 

Aunado a esto, vendría una depuración en todos los niveles de la burocracia, que, según el propio Julio Menchaca, no afectará a los verdaderos trabajadores ni aquellos que cumplen con sus responsabilidades cabalmente. 

La semana próxima, podrían llegar a su fin 93 años de gobiernos priistas; toda una historia sobre la cual se forjó buena parte de la idiosincrasia del pueblo hidalguense. 

En caso de que la balanza electoral favorezca a “Va por Hidalgo”, la alianza que abandera Carolina Viggiano, los cambios políticos y sociales también serían de gran calado. 

De entrada, la virtual ganadora de la elección tendría que revisar las entrañas del PRI local, porque es clara la simulación y en muchos casos, total desinterés de algunas corrientes internas en apoyo a la campaña. 

En el Cuarto de Guerra de la candidata son muy pocos los hidalguenses de experiencia en estas lides y la “batuta” de la campaña la lleva el exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira. 

A pocos días del fin de las campañas, es claro que hubo activos muy importantes en el PRI hidalguense que “no movieron un dedo” para apoyar a Carolina Viggiano; me atrevo a asegurar que hay evidencias de algunos que hicieron lo posible por obstaculizar la campaña. Ni hablar de la migración tricolor, primero discreta y luego en tropel hacia las filas de morena. 

En este entendido, los acuerdos que tradicionalmente hay entre la administración gubernamental saliente y la entrante (sobre todo si son emanadas del mismo partido), estarían cancelados, de eso no hay duda. 

Si Carolina Viggiano es electa gobernadora, tendrá que resolver lo antes posible el ambiente postelectoral y legitimarse ante la opinión pública, que, en este momento, da por hecho el triunfo de Morena y Julio Menchaca. 

Para nadie será fácil el inició de la próxima administración sexenal en Hidalgo, hay muchos reclamos por incumplimiento y malestar social, pero la posibilidad de recorrer un camino nuevo para toda la población existe y sea cual sea el o la ganadora, Hidalgo ya no será más una entidad electoralmente dócil en espera de su nuevo caudillo.

 

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