Espectro Autista

SÍNTOMAS DEL TRASTORNO. Entre las principales características que pueden presentarse en los casos de autismo, se encuentran la presencia de un vocabulario selectivo; las infancias suelen ser más retraídas, disfrutan el juego en solitario o no conviven con otros niños y niñas; presentan un intenso interés e incluso obsesión en temas o situaciones en específico; a su vez, pueden presentar malestar o un fuerte rechazo a ciertos ruidos o iluminación; patrones difíciles de romper, por ejemplo, mecerse  hacia delante y atrás; tener rutinas que no pueden interrumpirse; repetir frases o palabras y, en casos extremos, autolesionarse.

INVESTIGACIÓN. Uno de los retos más importantes para las y los profesionistas de la salud es la creación de estrategias que permitan evaluaciones oportunas y tempranas

Staff Crónica Hidalgo

Las niñas y mujeres con el Trastorno del Espectro Autista (TEA) suelen ser diagnosticadas con menor frecuencia y de manera tardía que sus pares masculinos, debido a sesgos de género y diferencias en el desarrollo relacionados con el cerebro, así lo dio a conocer Andrómeda Valencia Ortiz, profesora investigadora del Instituto de Ciencias de la Salud (ICSA) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

De acuerdo con la profesora investigadora Garza, en la actualidad uno de los retos más importantes para las y los profesionistas de la salud es la creación de estrategias que permitan evaluaciones oportunas y tempranas para que las niñas y mujeres puedan recibir una atención adecuada, tener un desarrollo óptimo dentro de sus características y condiciones, así como cerrar las brechas de disparidad en cuanto al alcance a los servicios médicos a los que tienen derecho.

“Sí, hay una diferencia con respecto a hombres y mujeres, siendo para algunos autores una diferencia de uno a cuatro, o de inclusive de uno a quince, esto quiere decir que por cada niño que es diagnosticado con autismo vamos a tener mayor dificultad para encontrarlo o identificarlo en una mujer”, declaró la también Doctora en Psicología.

Andrómeda Valencia Ortiz enfatizó que el presupuesto asignado para la atención de problemas de salud mental suele ser insuficiente, por lo cual, normalmente se espera que la condición de las personas con ciertas afecciones y condiciones se complique, sea más notoria o se convierta en un problema crónico para poder atenderlas. 

“Necesitamos trabajar en la capacitación de nuestros profesionistas, también enfocarnos en dar a conocer las señales y características tempranas que se presentan en las infancias”, puntualizó. 

A su vez, destacó que existe una necesidad desde la academia por realizar estudios enfocados en niñas y mujeres con TEA, para tener una visión más incluyente sobre las diferencias del trastorno entre los géneros, brindar mayores herramientas a las y los pediatras, los padres de familia, así como a las y los docentes de la educación básica para la detección de esta condición, la canalización de las infancias a los servicios neuropsicológicos o neuro pediátricos, además de la implementación de nuevos modelos de crianza.

Cabe destacar que el TEA es una alteración del neurodesarrollo que afecta las áreas del lenguaje, el desarrollo social y algunos procesos cognitivos, en particular aquellos que están sustentados en la capacidad de entender las emociones y necesidades de los demás.