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Que si las amigas la dejaron; que si el chofer la acosó y por eso bajó del auto; que si el papá y la mamá no la cuidaron; que si no había nadie en el motel; que para qué se queda sola de madrugada en una carretera peligrosa; que si las mangas del muerto…

El título de la canción de Cindy Lauper, que en español significa Las chicas sólo quieren divertirse, lo han convertido las feministas en frase para el activismo, que diría: Las chicas sólo quieren derechos humanos fundamentales.

Dentro del catálogo del patriarcado, existe un patrón a seguir sobre cómo ser hombre: el de las masculinidades hegemónicas que es un rudimentario instrumento para perfeccionar hombres en la violencia y el dominio hacia las mujeres, personas homosexuales

“Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía…el violador eres tú”: el slogan de las chilenas recorriendo el mundo de habla hispana y que se refiere principalmente a la re victimización de las mujeres que buscan justicia cuando han sido violentadas sexualmente y ya sea que acusen o denuncien al violador, la estructura cultural patriarcal intenta voltear la moneda y responsabilizar a la víctima por “provocar” al perpetrador por la forma de vestir, o porque “las niñas buenas no andan solas en la calle, o de noche”,

Quizá se les haga conocida la consigna que dice: “Aleeeeeerta, alerta, alerta, alerta que camina, la lucha feminista por América Latina; y no, y no, y no me da la gana, ser una mujer sumisa y abnegada; y sí, y sí, y sí me da la gana, ser una mujer valiente empoderada; y tiemblen, y tiemblen, y tiemblen los machistas, que América Latina será toda feminista”.

He dejado pendiente la opinión pasada debido a que quisiera comentar una reflexión de la marcha feminista en Pachuca del 8 de marzo, día internacional de la mujer.

n días pasados se dio a conocer la terrible experiencia de una mujer mexicana, profesionista, valiente ella, quien se fue a trabajar a una de las muchas compañías que está haciendo posible el mundial de fútbol de Qatar, quien fue agredida sexualmente por un compañero.

El pasado 14 de febrero se celebró en territorio nacional el día de San Valentín, o como le dicen de otra manera, el día del amor y la amistad. A pesar de ser un día para subir las ventas en los comercios de chocolates, flores, restaurantes, joyería, siempre quise ver también el lado útil en el que las mujeres podríamos fijarnos, fuera de la atmósfera romántica o cursi que nos han hecho creer que sucede como por arte de magia, en este día.

Hablábamos del caso Salmerón y Salgado en la entrega pasada. El primero no pudo ser embajador en el centroamericano país de Panamá, como lo proponía el Presidente, primero porque a Panamá no le gustó la idea y se lo hizo saber a México.

Hace un año, cuando se pretendía que Félix Salgado Macedonio fuera candidato al gobierno de Guerrero, por parte del partido del Presidente, muchas feministas manifestamos nuestra indignación y mujeres prestigiadas inundaron las redes sociales con el hashtag “Presidente rompa el pacto”.