Como cronista de Ixmiquilpan, José Antonio Ramírez Guerrero aparece como un hombre cuyo conocimiento destina a mantener viva la historia de un pueblo que, orgulloso de sus raíces, demuestra la fuerza de la herencia hñahñu y la sabiduría transmitida de generación en generación.
La cronista de Pachuca demuestra que la constancia es crucial para hacerse de una carrera profesional, basada en resultados, aspecto que logró mucho antes de obtener esa distinción vitalicia, quien, en su paso por la Biblioteca del Poder Judicial del Estado de Hidalgo, también dejó una huella por su labor.
El alcalde de Acaxochitlán no anda muy bien con el tema de la seguridad, situación que estos días quedó de manifiesto y eso implicó un incremento en cuanto a la queja ciudadana, lo cual, muy seguramente le atraerá comentarios negativos a lo largo de su carrera política.